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domingo, 27 de diciembre de 2020

LIBROS: CUANDO LA VIDA TE DA UN MARTILLO, DE KAE TEMPEST

 Kae Tempest, antes Kate (Londres, 1985), pasa por ser una de las más fulgurantes luminarias de las artes literarias británicas. Su debut en la dramaturgia con Wasted (2012) pudo apreciarse en Madrid durante el finiquitado Fringe de teatro alternativo. Poeta laureada, maestra del Spoken Word y autora de un álbum llamado Everybody Down (2014) que es la raíz de esta su primera incursión en la narrativa. 

Aceptando la originalidad y la capacidad de sugerencia del título en su traducción, nada tiene que ver con la connotación del original The Bricks That Built The Houses.  El título castellano opta por una suerte de refrán o moraleja, completado en el tramo final de la novela,  sin el acento en el aporte de cada hecho individual en el constructo colectivo del sur londinense que vertebra la trama.  "Intrahistoria" lo llamó Don Miguel de Unamuno.En cualquier caso, la autora saca brillo a su experiencia vital y biográfica para conformar una nutrida y panorámica visión de las criaturas que conforman el Londres menos glamouroso y supuestamente más auténtico. Sin oligarcas rusos pero con mucha droga y personajes con aristas y sus dosis de ternura a la manera del pionero Ken Loach. 

En esta colmena que a veces se antoja un tanto masificada sobresalen dos abejas reinas: Becky, una bailarina que a sus 26 años constata que se le están yendo todos los trenes, y Harry, diminutivo premeditado de Harriet, traficante de clase media con aspiraciones de pegar un pelotazo y retirarse. A su alrededor orbitan allegados y parientes como satélites que terminan colisionando, en un desenlace algo grotesco que homenajea doblemente al slapstick y al culebrón.  La prolijidad en las coordenadas espaciales servirán solo a los conocedores de calles, locales y lugares varios de reunión y perdición. En contraste, la ambigüedad cronológica es una ventaja para el lector sin Lonely Planet. Al principio suenan los ochenta, por lo arrastrado de algunos ambientes y personajes, luego los noventa, merced a algunos ejecutivos agresivos y amas de casa aburridas, pero la aspiración a retrato generacional millenial deviene en decisiva. Lo curioso es comprobar lo poco que ha cambiado la vida de los bajos fondos.

Las aventuras y desventuras se segmentan en capítulos que bien podrían ser relatos, sustentados en la variación de perspectivas y en la ausencia del típico narrador omnisciente. Ese tipo de voz en off que los aleja lo suficiente de referencias inevitables como Pulp Fiction o las enloquecidas peripecias gansteriles de Guy Ritchie. 

En este sentido, algunas decisiones creativas lastran la propuesta de Tempest. La primera, una vasta y sistemática información del árbol genealógico de cada personaje al aparecer transmite quizá erróneamente una idea de sino trágico que no termina de casar con el ímpetu vital de los habitantes de la colmena. Solo en algunos casos tal detallista es pertinente, como el de la misma Becky y su padre, un visionario profesor de ciencias sociales que se pudre en la cárcel víctima de sus enemigos políticos y su madre metida a monja. El resto son vidas más grises, coincidentes en las huidas o ausencias parentales y en la necesidad de buscarse la vida desde bien temprano. La segunda, una tendencia al lirismo en cuanto a imágenes y metáforas excesivas en número y edulcorante, debe suponer la piedra de toque del poeta que incursione en la prosa. 

En el haber, sin duda la secuenciación circular de la trama principal y esas  casualidades que ocurren muy a nuestro pesar y que en un par de segundos son capaces de descolocar todo el armazón que llevábamos años pergeñando.

KAE TEMPEST: CUANDO LA VIDA TE DA UN MARTILLO (2016). Traducción de Daniel Ramos Sánchez.