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domingo, 16 de marzo de 2025

A REAL PAIN

 


Un leve aleteo de esos que aún quedan como chispa de lucidez en esa red social de la que usted me habla alertaba de una extraordinaria circunstancia: los verdaderos protagonistas de dos de las películas oscarizables en 2025 iban a ganar sendas estatuillas al mejor actor/actriz de reparto. Y así se cumplió. Zoe Saldaña, núcleo irradiador de Emilia Pérez, y Kieran Culkin, razón de ser de A Real Pain, segundo largometraje de Jessie Eisenberg, recordado sosias de Mark Zuckerberg en La red social de David Fincher.

Esta ha sido una temporada cinematográfica en la que ha primado (extrañamente) el afán de trascendencia. El ya épico primer plano de The Brutalist y el cóctel al límite de lo digerible de Emilia Pérez satisficieron las ansias de estética de los paladares finos. En una posición intermedia entre el fondo y la forma podríamos ubicar a la desdichada Anora y a sus tres secuestradores rusos que no llegan a ponerle una mano encima, y el lujoso envoltorio que guardaba las intrigas vaticanas de Cónclave.

Y, fuera de competición, A Real Pain, que apuesta por la narración lineal de una trama sencilla y balsámica pero con aristas y capas de las que se va despojando según avanza el viaje geográfico y vital de esos dos primos judíos en busca de sus raíces en Polonia. Se agradece verdaderamente. 

Tal y como ha hecho notar la temporada de premios, el Benji de Kieran Culkin es la columna vertebral de esta reflexión sobre la pertenencia, una radiografía del duelo y un manual acerca del noble arte de la máscara. Alrededor de este treinteañero melancólico pero socarrón revolotea una serie de secundarios dibujados con los trazos precisos para que sus interacciones con Benji perfeccionen su retrato. El director y guionista muestra una generosidad notable al reservarse el papel de David, el primo algo nerd que organiza el viaje y pergeña la coartada del homenaje a su recién fallecida abuela. Dos personalidades opuestas y complementarias, como mandan los cánones. 

El peligro de la lágrima acechante se conjura cada cierto tiempo. La locuacidad y la extroversión de Benji como obvios mecanismos de defensa, y sus diferencias con el paciente guía (Will Sharpe), proporcionan sinceros momentos de comicidad durante el Holocaust Tour, y eso es difícil de hacer. El resto del grupo, inteligentemente heterogéneo y con la exquisita educación que se le supone a ese perfil de viajeros, acoge a los primos y construye una pequeña familia a lo largo de esa semana. Al ritmo frenético de Chopin, y con la cantidad de equipaje justo para correr de un monumento a otro, o salir del tren en la estación equivocada y que los demás puedan acarrearlo a meta, la escasa hora y media de metraje (otra vez, gracias) desemboca en un tramo final de palpitante derrumbe. A la altura misma de la ya célebre secuencia final de Anora. 

Título original:A Real Pain

2024. 82m EEUU

Dirección y guion: Jesse Eisenberg

Reparto: Jesse Eisenberg, Kieran Culkin, Will Sharpe, Jennifer Grey, Kurt Egyawan.

Fotografía: Michal Dymek

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